Tras los últimos acontecimientos era obvio que… ¡se venía un artículo!
¿Amazon te ha mandado un email diciéndote has violado sus normas sobre derechos de autor? ¿Te acusa de robar tus propios libros y te ha cerrado la cuenta para luego vetarte de por vida?
Ahora te cuento mi experiencia entre estrés, ansiedad y angustia durante esa semana, que casualmente me cogí de vacaciones para relajarme y promocionar mi última novela recién publicada en Amazon.
Publiqué Luna de sangre el 10 de octubre tras recuperar los derechos de mi libro. Soy quién tiene los derechos, el libro está registrado en la Propiedad Intelectual e incluso la ilustración es mía. Hasta aquí no hay problemas.
Unos días más tarde, Amazon me bloqueó Luna de sangre alegando que tenía que revisar este libro. Alguien había denunciado mi libro… y empezaba mi pesadilla. Con los nervios, cometí un pequeño error que fue presentar solamente uno de los papeles de la Propiedad Intelectual donde solo mostraba el número de registro.
Amazon tampoco me dio muchas más opciones porque después de unos días, me mandó un email anunciando que había infringido sus normas y había violado los derechos de autor. Me acusaban de haber robado la novela Luna de sangre de la autora Sara Herreras Castel. Ósea, yo. Me había robado mi propia novela. Absurdo…
En el email me indicaban que aparte de borrar mi cuenta y eliminar mis libros de Amazon, también me prohibían volver a abrir una cuenta y subir mis libros. Para siempre.
Aquí empezó mi odisea, mi pesadilla… Cogí todos los documentos que tenía y los volví a mandar a través del último email. Esta vez cogí el Asiento registral de Luna de sangre que es el número que importa a la hora de presentar las pruebas. Pero sin respuesta por parte de Amazon. También pedí a mi antiguo editor un certificado que declaraba que tenía otra vez los derechos de explotación pero no sirvió de nada. Ni sirve. Este paso os lo podéis saltar si os pasa esto en Amazon. Salvo que queráis algo para limpiaros el culo.
Después de unos días sin respuesta, sin contar el estrés generado y ansiedad, aparte de las ventas que estaba perdiendo de un lanzamiento, mi novio se puso su armadura y fue a la Propiedad Intelectual. Allí resolvieron mis dudas. El Asiento registral es el documento correcto para certificar que posees los derechos de tu libro por si te acusan de robarlo. Y me recomendaron demandar a Amazon. También preguntó a unos abogados y la respuesta fue la misma. Mandar un email con estos papeles y declarar que iba a tomar acciones judiciales por daños y perjuicios contra ellos si no restituían mi cuenta inmediatamente.
Lo mandé un jueves por la noche. A la mañana siguiente me mandaron un email que me abrían la cuenta otra vez pero que a partir de ahora todo el material que suba estará más tiempo en revisión…
Quiero remarcar que esto no ha hecho que me ponga en contra de Amazon porque he escuchado muchos comentarios de “Uf, Amazon es lo peor” “Hay que dejar de publicar en Amazon” y similares. No, en esto se equivocan todos. Amazon sigue siendo la mejor plataforma de autopublicación y voy a seguir publicando en KDP. Lo malo son las personas que van a hacer daño. Las grandes empresas siempre dan la razón automáticamente a los que demandan pero hay muchas veces que los que demandan no tienen razón sino que intentan hacer daño. Como es este caso.
Lo que hay que decir es basta a este tipo de personas.
Que esto no os eche para atrás a la hora de autopublicar en Amazon. Pero si os pasa alguna vez lo mismo que a mí y tenéis todo en regla, el registro de la Propiedad Intelectual, ya sabéis que pasos dar. Ir directamente al Asiento registral, mandarlo e insistir.
