Muchas veces cuando empezamos un libro nuevo tenemos una idea más o menos clara de cómo será su título mientras que otras veces no tenemos ni idea. Por eso se suele tirar de un recurso muy conocido y titularlo “Proyecto X” haciendo referencia a algo clave del libro.

Esta herramienta suele ser además muy buena para promocionar el libro en el que estás trabajando y que alguna editorial se interese.

Todos los escritores nos enfrentamos al gran dilema cuando tenemos nuestro manuscrito acabado y es escoger el título definitivo de nuestra obra. Tiene que ser algo potente, que enganche y que se pueda recordar de forma fácil, que se quede en tu mente con solo verlo una vez.

Es algo muy difícil de lograr y no hay tampoco una receta que te asegure que ese título será el mejor de todos porque además estás luchando contra miles de libros que son creados a cada minuto.

No hay que agobiarse si el título que has escogido ya ha sido usado. Ni obsesionarse. Son cosas que pasan pero es bueno que sea algo único y diferente. No repetido. Pero insisto, no tiene que ser una obsesión encontrar uno que no lo haya usado nadie porque entonces te enfrentas a un gran reto.

Mi recomendación es que el título no sea muy largo. Como mucho cinco palabras. Cuatro perfecto. Esto se debe a que el lector no va a recordar el título si es muy largo, solo las primeras palabras y los lectores, al hablar del libro, harán referencia a él con siglas o las primeras palabras.

Es mucho más fácil preguntar por un libro si es un título corto que decirlo entero si es largo. El librero te preguntará a mitad como era.

Tampoco puedes olvidar que el título tiene que hacer referencia a la historia o algo clave de la trama. Por ejemplo, si estás escribiendo sobre una familia que tiene tierras con cerezos, no puedes titular tu novela “Cómo cosechar espárragos”.

Lo mejor es esperar a tener terminado tu libro para escoger el título correcto porque mientras estás escribiendo puede pasar de todo y dar un giro radical la historia.

El título es muy importante y hay que cuidar también este detalle porque los lectores se fijan siempre en la portada, título, autor y sinopsis. En este cuadrado de información, que hará que compren o no tu libro, hay que cuidar cada uno de sus puntos.

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